domingo, 2 de febrero de 2014

POSITIVISMO Y NATURALISMO


Respecto al trabajo de campo etnográfico, las dos tendencias dominantes suelen denominarse “positivismo” y “naturalismo.  En relación al primer enfoque (positivismo), se plantea que la ciencia es una y opera bajo la lógica del experimento y la manipulación de variables para determinar las relaciones existentes entre ellas, el investigador social debe adoptar este modelo a la hora de plantearse un objetivo de investigación, además buscar establecer leyes universales partiendo del estudio de hechos particulares procediendo bajo un método deductivo. Los positivistas resaltan la importancia de la objetividad a la hora de aproximarse a los sujetos de estudio como garantía de imparcialidad y confiabilidad, esta objetividad se garantiza a través de un vínculo de exterioridad, del mantenimiento de cierta distancia entendida como neutralidad valorativa del sujeto cognoscente (Guber, 2008: 47).

La ciencia opera comparando la teoría con lo observado en el contexto de investigación, según los positivistas el trabajo de campo es el medio para recolectar hechos como si fueran datos, lo que implica que en el campo se recolectan hechos y que no se los construye con teoría. Hechos y datos están indiferenciados según la epistemología, lo que provee la base para la comprobación de la teoría y sus hipótesis. (Guber, 2008: 48).

Después de mencionar sus principales dogmas,  es relevante destacar algunas de sus debilidades para continuar con el segundo enfoque:
- La  pretensión de estudiar los fenómenos sociales como si fueran regidos por movimientos mecánicos o producto de fuerzas exteriores, y no por la red de significaciones que los individuos le otorgan a sus acciones o prácticas cotidianas.
- La invisibilización  tanto de la subjetividad presente en las reinterpretaciones que el sujeto hace sobre su mundo, como la misma, implícita en la persona del investigador o como diría Rosana Guber la incidencia del investigador en el proceso de recolección de datos (Guber, 2001:42).

Pasando al segundo paradigma, el naturalismo, plantea que el mundo social debe estudiarse en su estado natural, es decir que los investigadores deben trasladarse al contexto natural de los sujetos de estudio, del mismo modo que los naturalistas de la botánica y la zoología (Guber, 2008:47). Resulta clave para el naturalismo que el investigador adopte una actitud de respeto hacia el mundo social estudiado, que se dé una fusión tal que este pueda transformarse en uno más que aprende la lógica y códigos de la vida social como lo hacen sus miembros. Por consiguiente, el investigador no se propone explicar una cultura sino interpretarla o comprenderla (Guber, 2001:42).  Vemos en lo que acabo de mencionar las primeras premisas del proyecto interpretativista de Clifford Geertz planteando cambios significativos en la manera de estudiar los hechos humanos y de realizar el trabajo de campo etnográfico.

el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, la cultura es esa urdimbre y el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones (Geertz,1973:20)    

La utilización de instrumentos o técnicas para captar la realidad del sujeto estudiado desde el naturalismo debe apelar a procedimientos naturales (observación participante y la entrevista en profundidad o no dirigida. Guber, 2001: 43), en lugar de artificiales.    

Las limitaciones del enfoque naturalista están en correspondencia con el enfoque positivista, en que ambos adoptan el modelo de la ciencia natural, aunque desentrañado de manera diferente. Por otra parte niegan al investigador y a los sujetos de estudio como dos partes distintas de una relación y empeñados en borrar los efectos del investigador en los datos, para unos la solución es la estandarización de los procedimientos y para los otros la experiencia directa del mundo social (Guber, 2001:43)  


Bibliografía

-       GUBER, Rosana. (2008). El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social en el trabajo de campo. Buenos Aires: Editorial Paidós

-       _______________ (2001). La etnografía. Método, campo y reflexividad.  Bogotá: Grupo Editorial Norma

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