Respecto
al trabajo de campo etnográfico, las dos tendencias dominantes suelen
denominarse “positivismo” y “naturalismo. En relación al primer enfoque (positivismo),
se plantea que la ciencia es una y opera bajo la lógica del experimento y la
manipulación de variables para determinar las relaciones existentes entre ellas,
el investigador social debe adoptar este modelo a la hora de plantearse un
objetivo de investigación, además buscar establecer leyes universales partiendo
del estudio de hechos particulares procediendo bajo un método deductivo. Los
positivistas resaltan la importancia de la objetividad a la hora de aproximarse
a los sujetos de estudio como garantía de imparcialidad y confiabilidad, esta
objetividad se garantiza a través de un vínculo de exterioridad, del
mantenimiento de cierta distancia entendida como neutralidad valorativa del
sujeto cognoscente (Guber, 2008: 47).
La
ciencia opera comparando la teoría con lo observado en el contexto de
investigación, según los positivistas el trabajo de campo es el medio para
recolectar hechos como si fueran datos, lo que implica que en el campo se recolectan
hechos y que no se los construye con teoría. Hechos y datos están
indiferenciados según la epistemología, lo que provee la base para la
comprobación de la teoría y sus hipótesis. (Guber, 2008: 48).
Después
de mencionar sus principales dogmas, es relevante
destacar algunas de sus debilidades para continuar con el segundo enfoque:
- La pretensión de estudiar los fenómenos sociales
como si fueran regidos por movimientos mecánicos o producto de fuerzas
exteriores, y no por la red de significaciones que los individuos le otorgan a
sus acciones o prácticas cotidianas.
- La
invisibilización tanto de la
subjetividad presente en las reinterpretaciones que el sujeto hace sobre su
mundo, como la misma, implícita en la persona del investigador o como diría
Rosana Guber la incidencia del investigador en el proceso de recolección de datos (Guber,
2001:42).
Pasando
al segundo paradigma, el naturalismo, plantea
que el mundo social debe estudiarse en su estado natural, es decir que los
investigadores deben trasladarse al contexto natural de los sujetos de estudio,
del
mismo modo que los naturalistas de la botánica y la zoología (Guber, 2008:47). Resulta clave para el
naturalismo que el investigador adopte una actitud de respeto hacia el mundo
social estudiado, que se dé una fusión tal que este pueda transformarse en uno
más que aprende la lógica y códigos de la vida social como lo hacen sus miembros.
Por
consiguiente, el investigador no se propone explicar una cultura sino
interpretarla o comprenderla (Guber, 2001:42). Vemos en lo que acabo de mencionar las
primeras premisas del proyecto interpretativista de Clifford Geertz planteando
cambios significativos en la manera de estudiar los hechos humanos y de
realizar el trabajo de campo etnográfico.
el hombre es un animal
inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, la cultura es esa
urdimbre y el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia
experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de
significaciones (Geertz,1973:20)
La
utilización de instrumentos o técnicas para captar la realidad del sujeto
estudiado desde el naturalismo debe apelar a procedimientos naturales
(observación participante y la entrevista en profundidad o no dirigida. Guber,
2001: 43), en lugar de artificiales.
Las
limitaciones del enfoque naturalista están en correspondencia con el enfoque
positivista, en que ambos adoptan el modelo de la ciencia natural, aunque desentrañado
de manera diferente. Por otra parte niegan al investigador y a los sujetos de
estudio como dos partes distintas de una relación y empeñados en borrar los
efectos del investigador en los datos, para unos la solución es la
estandarización de los procedimientos y para los otros la experiencia directa
del mundo social (Guber, 2001:43)
Bibliografía
- GUBER,
Rosana. (2008). El salvaje metropolitano.
Reconstrucción del conocimiento social en el trabajo de campo. Buenos
Aires: Editorial Paidós
-
_______________ (2001). La etnografía. Método, campo y reflexividad. Bogotá: Grupo Editorial Norma
Gracias!
ResponderEliminargracias!
ResponderEliminarMuy claro! gracias
ResponderEliminarGracias
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